La pregunta resurge con el reciente estreno de Avatar: El camino del agua.
Cuando James Cameron estrenó Avatar hace más de diez años, lo hizo bajo la promesa de que la película cambiaria el cine para siempre. A más de una década de distancia y con Avatar: El camino del agua en cartelera, es buen momento para analizar si el director cumplió lo dicho. Esto con un análisis que va más allá de lo técnico y que toca muchos otros aspectos decisivos en la construcción de Pandora.
La popularización del 3D
Veredicto: No.
El 3D ya había tropezado hace varias décadas en sus esfuerzos por conquistar el cine. Sin embargo, el auge experimentado en la primera década del siglo XXI hizo pensar que finalmente podría consolidarse. Más aún cuando James Cameron anunció que su Avatar marcaría la mayor revolución tridimensional nunca vista. El Rey del Mundo cumplió, pero ni siquiera su odisea espacial fue suficiente para enamorar de lleno a las audiencias. El camino del agua estrena con objetivos completamente diferentes, que apuntan a una experiencia distinta y espectacular, pero nada más.
El megablockbuster
Veredicto: Sí.
Aunque las etiquetas siempre son discutibles, la historia del cine atribuye a Steven Spielberg la realización del primer blockbuster con Tiburón. Más recientemente, se señalan a varios como los responsables de una industria obsesionada con la taquilla. Entre los sospechosos comunes está James Cameron con Avatar, que provocó una auténtica fijación en su taquilla multimillonaria. Desde entonces, aquellas películas que realmente aspiran a ser vistas como superproducciones apuntan cuando menos a los $1,000 MDD. Un club cada vez más amplio, pero que sigue siendo selecto y al que muy pocos pueden aspirar.
Las nuevas estrellas de su generación
Veredicto: Sí y no.
James Cameron no sólo ha dado algunas de las películas más celebradas de la historia, sino que también ha sido clave para la consolidación de numerosas carreras. Ahí están Arnold Schwarzenegger, Kate Winslet y Leonardo DiCaprio para demostrarlo. Se pensaba que Avatar tendría un efecto similar con Sam Worthington, quien parecía apuntar a los más alto tras su interpretación de Jake Sully. Al final, el presagio no se cumplió pues, aunque apareció mucho, nunca se consolidó del todo. Se hablaba menos de Zoe Saldana como Neytiri e irónicamente fue ella la que se ganó con creces el estatus de estrella. Basta recordar que es la única persona que puede presumir créditos en las dos películas más taquilleras de la historia como son Avengers: Endgame y la propia Avatar.
La consolidación del motion capture
Veredicto: Sí.
Avatar no fue la primera gran exponente del mocap, un honor que pertenece al inolvidable Gollum de El Señor de los Anillos. Sin embargo, la odisea galáctica sí que revolucionó la técnica al ser la primera película de acción real filmada casi netamente con ella. ¡No sorprende que más de uno la equipare con El expreso polar y otros títulos de Robert Zemeckis y la describa como una cinta animada! De este modo, la odisea espacial fue decisiva para normalizar un avance que hoy es recurrente, incluso común en la industria cinematográfica.
La salvación del cine
Veredicto: Sí, ¿lo logrará de nuevo?
James Cameron no es un obsesionado de la acción ni del blockbuster. Más bien es un enamorado de la experiencia cinematográfica. Quizá por ello, el destino quiso que el cineasta se enfrentara con algunos de los peores dilemas que enfrentó la industria en la primera década del siglo XXI, como fue el aumento de la piratería en internet y el ascenso de una tendencia conocida como streaming. Los más de $2,000 MDD recaudados por Avatar dejaron claro que había esperanza para la experiencia en salas, con las majors decantándose por los megablockbusters como imán para las audiencias, lo que condujo a números históricos que terminaron su ascenso en 2020. Ahora el cineasta enfrenta una proeza similar con El camino del agua, que estrena en una industria que ha batallado en levantarse tras la pandemia, ¿logrará el objetivo? En el Rey del Mundo confiamos.
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